Hecho, acto u operación que implica actividad, movimiento o cambio y normalmente un agente que actúa voluntariamente, en oposición a quietud o acción no física.

Dado que en la equitación intervienen dos seres (persona y caballo), la acción puede venir de forma natural de cualquiera de los dos o de los dos al mismo tiempo.  En equitación, cuando hablamos de acción, nos solemos referir a la actividad que ejerce el jinete sobre el caballo para que este reaccione y actue de acuerdo a la acción trasmitida.  Así, por ejemplo, si queremos impulsar al caballo hacia delante, la pierna del jinete deberá hacer la acción de presionar las piernas sobre los costados del caballo, para que de esta manera el caballo ejerza una acción de ir hacia delante. De esta forma podríamos centrarnos en cada parte de nuestro cuerpo y observar que respuesta conseguimos con el caballo, por ejemplo cuando se accionan las piernas delante, o más atrás, las riendas, los codos, las rodillas, las muñecas, los isquines, etc…  Por el contrario, el caballo puede, de manera voluntaria accionar cualquier parte de su cuerpo, lo que provocaría en el jinete una reacción.